lunes, 29 de febrero de 2016

El cerebro vacío

Reflexionaba sobre por qué unas personas son más ruidosas que otras, más proclives a proferir insensateces, gritar y sembrar discordia al contrario de aquellas que intentan conducirse de un modo civilizado. Concluí que el individuo vociferante tiene el cerebro vacío, su mente funciona como un reflector del ruido social, retransmite la agitación de las otras personas.