El interés de la comunidad solar
alemana por el cielo de Canarias viene de antiguo. Los alemanes se
establecieron en Tenerife a mediados de los ochenta con dos telescopios, el VTT
y el GCT. El actual telescopio solar GREGOR, inaugurado este 21 de mayo de 2012,
comenzó a desarrollarse a partir de la infraestructura y emplazamiento del
antiguo GCT. Tras diez años de desarrollo, GREGOR comienza su andadura en el
complejo de observatorios del Teide del Instituto de Astrofísica de Canarias
(IAC). Este telescopio resulta ser el más grande de Europa y el tercero del
mundo.
GREGOR tiene una apertura de 1,5 metros, superior a
la del resto de telescopios solares instalados en los observatorios del IAC. Su
diámetro y el novedoso sistema de óptica adaptativa, que compensa las
turbulencias atmosféricas, logra una calidad de imagen que, hasta el momento,
ningún telescopio solar terrestre había obtenido, tanto en el rango visible
como en el infrarrojo. La resolución espacial, espectral y temporal resultante
permite que los investigadores puedan seguir los procesos físicos en la
superficie del Sol en escalas tan pequeñas como 70 km.
En una nota de prensa del IAC se dice que el
telescopio se diseñó para realizar observaciones de la fotosfera solar –la capa
de la que procede la mayor parte de la luz y el calor que se reciben en la
Tierra-, y la cromosfera, la capa de la atmósfera solar que se sitúa justo
encima de la anterior. Pero también podrá utilizarse durante la noche: se
monitorizarán soles distantes para averiguar si tienen el mismo
comportamiento cíclico que nuestra estrella.
El director del
Kiepenheuer-Institut für Sonnenphysik (Alemania), Oskar von der Lühe, explica
que GREGOR se construyó principalmente
para estudiar los procesos físicos en la superficie visible del Sol. En estas
capas vemos cómo la energía proveniente de su interior emerge para, después,
ser lanzada al espacio exterior y, en ocasiones, llegar a la Tierra.
Según ABC, el director del
IAC, Francisco Sánchez, destacó la colaboración
entre España y Alemania y deslizó una crítica en contra de la política
científica de muchos países: “éste es el camino para cooperar, y no captar cerebros
y llevárselos", dijo. Recordó durante su discurso aquellos años de la década de
los sesenta cuando “hacíamos caminatas para buscar la ubicación ideal para un
telescopio solar". Más de cuarenta años después, el Observatorio de Izaña y el
IAC se han convertido en referencias ineludibles para la comunidad
internacional. El IAC aporta un
espectrógrafo, el GRIS (Grating Infrared Spectrograph), diseñado y
desarrollado por el Instituto español y que será la herramienta encargada de
generar mapas detallados de los campos magnéticos del Sol.